domingo, 25 de diciembre de 2016

En modo ON: En tiempos de Navidad

Tiempo de adviento, de Navidad que muchos compartimos, en algunas ocasiones con sentimientos encontrados. Ternura, sonrisas, compras, si se puede. Parecen ser los ingredientes ya tradicionales. que contribuyen a definir una Navidad, que cada cual, que duda cabe vive a su manera. 
En los informativos de las cadenas más populares, la noticia recurrente, sin duda  es el reencuentro de familiares y amigos. La búsqueda de un futuro mejor ha propiciado como antaño, que jóvenes y no tan jóvenes se decidan a traspasar nuestras fronteras, para encontrar el dorado. Es decir un empleo de mayor calidad, sueldos mejor remunerados y estabilidad. Lo que hoy se ha dado en llamar como la fuga de cerebros, en definitiva parece ser una respuesta a la temporalidad del mercado laboral en un clima, todavía poco propicio para la creación de nuevos empleos. Seguramente puestos de trabajo a día de hoy inexistentes, pero que parecen dejarse intuir, a la vista de la necesidad imperiosa de cuidar nuestro ninguneado medio ambiente. El término sostenible, que hace unos años se utilizaba con cierta banalidad comienza a adquirir mayor peso, mayor rigor en un mundo, en el que ya es apreciable el cambio climático.
Ante tal estado de cosas  o  batiburrillo como diría algún pensador, con cierto componente de humor, el abrazo y la solidaridad contribuyen a endulzar un panorama incierto, para quienes un día más se levantan con un sueño: el dorado. Es decir, la expectativa de una mayor estabilidad en el empleo, de sueldos que no rocen la subsistencia, de una formación continua a lo largo de toda la vida laboral. Un tejido laboral en el que quepan todos, capaz de adaptarse a las necesidades de un mercado global, en el que las ya consabidas siglas I+D requieren de una voluntad real .


                                                Astrid Max