martes, 20 de diciembre de 2016

Relato "Cuento" (Astrid Max)

Erase una vez, un cuento que no quería ser contado. En su mundo se encontraba sereno . Nadie rompía su sosiego con aventuras y desventuras inquietantes . Su corazón tranquilo no pretendía más desdichas , ahora que ya comenzaba a sanar y había aprendido a escuchar con atención, el susurro de la brisa.

Pero el viento, siempre implacable y tozudo llamaba una y otra vez a las puertas de su corazón. Cuento no quería ser contado. Su alma albergaba historias repletas de belleza ,que prefería mantener cuidadosamente guardadas. Quién podría prestar atención a aquellos relatos henchidos de ternura, en los que la naturaleza adquiría singular protagonismo.
Al finalizar el día , noche tras noche , Cuento se sentaba en su sillón orejero de tonos miel y se colocaba sus zapatillas de andar por casa , color panza de burro . Observaba el crepitar de las llamas y así lograba conciliar el sueño.
Viento con insistencia golpeaba una y otra vez ,  las ventanas de su morada . Estaba dispuesto a que Cuento despertara definitivamente de su letargo. En el exterior un horizonte inmenso , vestido de azul celeste aguardaba su llegada y esperaba con anhelo, que Cuento abriera sus ojos y su corazón al mundo. No retengas tus historias . Ellas necesitan ser contadas. Hay muchos corazones maltrechos, que requieren de tus cuidados, Cuento. Le repetía Viento con gallardía , al interrumpir su sueño.
Dónde está tu alma y tus ganas de ser. Si retienes tus relatos te perderás en la memoria del tiempo . Te dejarás caer como la arena entre los dedos, Cuento.
Todavía recuerdo tu ímpetu , tu valentía , tu insensatez . Tus manos se posaban sobre el teclado y escribían , escribían , escribían . Y tu alma cobraba vigor y sentido .
Que falta te haces , Cuento …
Que falta nos haces a quienes compartimos tu sonrisa .
El golpear de Viento rompió bruscamente el sueño de Cuento. Abrió sus ojos hermosos al mundo y contempló un cielo despejado de nubes y un horizonte extraordinario , con mil y un relatos que recrear.  Y un sinfín de corazones expectantes que aguardaban con una sonrisa todas y cada una de sus pequeñas , grandes historias , con personajes vivarachos  o desdichados en ocasiones , con finales reparadores, las más de las veces . Y humor, también con humor como especial bálsamo con el que combatir los desaires de la  vida.
Y Cuento despertó para comenzar a recrear sus relatos. Abrió las ventanas y dejó que Viento le inspirara . Una sonrisa se dibujó , a través de las comisuras de sus labios...



                                                                                                                      Astrid Max